Libertad Diario
LOS MIEMBROS DE LA ELITE COMIENZAN A ESPANTARSE
Guillermo Fabela Quiñones

APUNTES…
Como es habitual en los análisis empresariales, sólo se observan los efectos no las causas de los problemas que afectan al sector privado. En este caso, el dirigente del sindicato patronal se refiere a los más denunciados: robo de mercancías, robo total o parcial de vehículo y extorsión o cobro de piso. Para nada hace referencia a un hecho incontrovertible: que lo que sufre el país, no sólo la élite de la que forma parte, es el resultado de la descomposición social que se generó con la desigualdad, que en nuestro país se aceleró de manera exponencial.
LAS COSAS NO ESTAN SALIENDO COMO FUERON PLANEADAS

Cuando el fenómeno era evidente, luego de los sexenios de apuntalamiento del neoliberalismo (sexenios de Salinas y Zedillo), comenté que cuando se acentuaran las consecuencias en el tejido social, los primeros en quejarse serían los beneficiarios de la acumulación de la riqueza en la cúpula oligárquica. Ahora lo estamos viendo, al darse cuenta que las cosas no están saliendo como lo habían planeado con un Presidente que se encargaría de aplacar las presiones sociales y ofrecer garantías de estabilidad y seguridad al empresariado.
La Hoja de Ruta que habían planeado se descarriló, no sólo por la pandemia sino por la estrategia seguida por el mandatario de imponer una política económica en sentido contrario a lo que demandaba la realidad, con el pretexto de combatir la corrupción. Así se agravaron los males que aquejan a la sociedad: la pobreza endémica y el deterioro del nivel de vida de las clases mayoritarias, flagelos que debieron enfrentarse prioritariamente desde el inicio del sexenio.
Ahora hasta los empresarios sufren las consecuencias como lo señala el líder de la Coparmex, pues los problemas derivados de la austeridad se resentirán en todo el aparato productivo del país, con las consecuencias sociales concomitantes. Lo grave es que quienes más las sufren son los más pobres, pues a final de cuentas la austeridad sólo afecta a quienes viven de sus pequeñas y medianas inversiones, a quienes viven de su trabajo que a su vez depende de la cadena productiva en su conjunto. De ahí que la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, alertara en días pasados sobre los “muchos pendientes” que el organismo regional advierte en nuestro país.
CEPAL: URGE ATENCIÓN A “MUCHOS PENDIENTES”

Puso énfasis en dos de ellos: dinamizar el crecimiento económico de las últimas tres décadas (2.2 por ciento anual en promedio), y transformar la estructura productiva, “a través de estímulos a la innovación y una política industrial más decidida”. Precisamente lo que no hizo el presidente López Obrador en su primer año de gobierno, lo que hubiera paliado la crisis social que se vive actualmente, como lo reflejan los altísimos niveles de inseguridad violencia y desigualdad.
Asimismo, se refirió al imperativo de aumentar la recaudación fiscal (aspecto que sí ha atendido el mandatario, pero con la finalidad de no avanzar en una reforma fiscal de fondo), con el propósito de dar soporte financiero a los programas sociales, fortalecer la banca de desarrollo y la inversión pública, y sobre todo garantizar un gasto equivalente de 6 por ciento del PIB al sector de la salud. Puntualizó que “sólo en educación existe el riesgo de una generación perdida que debe abordarse con urgencia”.
Vamos a esperar cómo se resuelve el tema de la compra de los activos de Banamex, asunto que demostrará el rumbo que seguirá el sexenio al final de su ruta. Los indicios aún no se ven claros, pero no hay margen para ser optimistas sobre el que conviene al país: mayor presencia del Estado en la composición accionaria.
Twitter: @VivaVilla_23

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