Libertad Diario
“Hasta el próximo golpe, Latinoamérica”
Alexis Ponce

Como cita un titular del diario argentino Página 12: “Un juez anti-derechos de Mar del Plata festejó el intento de golpe en Brasil”, https://www.pagina12.com.ar/514342-un-juez-antiderechos-de-mar-del-plata-festejo-el-intento-de-; así mismo piensa y actúa la neo-brutal extrema derecha actual del mundo y del continente. Y, además, ella gana las paredes y las calles. Las izquierdas, los movimientos sociales, las ONG, el centro, las comunidades zurdas y los progresismos, en general, se encierran en todo el continente. En congresos, casas presidenciales, poderes locales. Ya ni salen a pintar, o muy pocos.
Ellas (las derechas, H.D.) ganaron las redes sociales, el Twitter, el TikTok, el Facebook, etc.; los otros no unifican sus pocos medios digitales, restándole potencia continental al mensaje de cada uno y a sus “narrativas”, como dicen y saturan de tanto decirlo algunos académicos.
La derecha amenaza ahora con las tomas de Petrobrás y refinerías para exasperar y explosionar el país. Los otros apuestan todos los huevos (rotos o tibios) a una sola canasta y del mismo sistema que les hace lawfare: Fiscalía, Justicia, Fuerza Pública. Sólo un movimiento ha pedido Movilización Obrera urgente de sindicatos y trabajadores rurales, aunque días después se han sumado más grupos sociales para exigir la vía de la movilización.

La ultraderecha sale del clóset sin ningún tipo de recelo y vergüenza. Parecieran decir: “Nuestra hora ha llegado por fin en todas partes, colegas Benito y Adolfo”. El juez jurásico argentino, cuyo caso expone Página 12, es un juez ‘en servicio activo’, emite tuits alabando El Bolsonarazo del domingo 8 de enero. Pero ellos, por contraste, piden activar organismos regionales sin poder de represión ni coerción efectiva: CELAC, Alba, Mercosur y la ONU. Que están bien para la lucha política y simbólica y para imponer sus “narrativas”. Pero insuficientes, porque desconocen el célebre lema de Mao “El poder nace de la punta del fusil”.
Lula, estadista de horizonte mundial podría ir ya a los países que forman los BRICS: China, Rusia, India y Sudáfrica, para establecer urgente una agenda completa en todos los campos que requiere una emergente Desbolsonarización nacional y continental, y pasar luego a la sede de la ONU en New York para solicitar, apoyado por los gobiernos que de boca para afuera dicen solidarizarse con él y Brasil, que, sin pérdida de tiempo, se active pronto el caso Bolsonaro, por ser un criminal de lesa humanidad, cuya carpeta ya está en la Corte Penal Internacional.
Así de esencial es tal paso internacional contra los cabecillas del local intento de Golpe Híbrido (las causales motivadas ya las expliqué en mi más reciente texto, a poco de conocerse “el golpesiño a control remotiño alentado por el hijeputiño ahora declarado enfermiño de cloroquiña, lo cual sabe a mentiriña goebbeliana”). Hasta tanto, ciertos funcionarios de EEUU hablan de no renovar la visa al “enfermo” hitleriano. Pero el delincuente Steve Bannon ríe, con Vox y Kiev de la mano.
Rusia y China: expectantes. Las redes sociales de propiedad privada de 2 o 3 mega-magnates que repugnan por su insolencia, se convirtieron en los medios e instrumentos del ataque, la fuente principal del plan y el megáfono orgánico de convocatoria al golpismo bolsonariano; al más puro Walkie-talkie y equipo de radiocomunicación del facho Pinochet y su almirante Carvajal, otro facho como el General: “Y el avión se cae, viejo”. En Brasil no hay visos de un cambio cupular militar del alto mando ni de la facha policía brasileña.

Hasta tanto 50 muertos en el Perú del fujimorismo y de los señoritos de daga, veneno y horca. La extrema derecha en Argentina apoya a Bolsonaro abiertamente y sólo cuando la cosa variaba, empezaron a “tomar distancia”, aunque unos pocos no más.
Solo algunos sectores sociales y políticos han pedido en Brasil el masivo resguardo obrero, movilizado y en las calles, en cuidado de Petrobrás y las refinerías y por la urgente reversión de todas las medidas anti-laborales y privatizadoras de Bolsonaro y Temer.
El gobierno, a su vez, amplía alianzas con un sector ex-bolsonariano, para aislar a la tendencia dura. Y uno de sus voceros objeta la movilización obrera y Huelga de miles de trabajadores de los Uber y Delivery que empezarán dentro de poco, con el argumento, harto conocido durante la primera ola de gobiernos progresistas, de que “le hacen el juego a la derecha”.
Por lo tanto, el escenario de tomarse las calles se le deja solamente a la ultra-derecha. La “Pedro Castillización” del progresismo latinoamericano es patética.

Únicamente Bolivia: la COB, Arce, el MAS, Álvaro García Linera (importante intelectual del Sur con experiencia en el poder) y Evo, esgrimen la Movilización Directa de obreros y campesinos para enfrentar al golpismo camachísta y defender la democracia.
Oigo en la medianoche la conferencia de un intelectual francés en la Argentina, en un podcast: “Hubo primero la Posverdad. Hoy tenemos la Posdemocracia”. Pero no parecen darse cuenta la mayoría de movimientos sociales y progresismos de ello. A la ultraderecha le apesta la democracia y vomita sobre ella. Le enoja la democracia, como a millones de patal’suelo sin esperanzas, a quienes les provoca náuseas la democracia y quieren que los congresos se cierren en toda Latinoamérica.
Pero, oh paradoja, en Ecuador la Asamblea Legislativa parece darle la razón al folklorismo sin norte: ninguna resolución de alerta estratégica hay sobre un buscado golpe blando en Quito en las elecciones-consulta; ni una condena a Bolsonaro tampoco, ni ningún llamado a Lasso a marcar distancia de su amigo personal Jair Messías. Resuelve de forma macondiana más bien, días atrás, y con el voto de apoyo del progresismo, las llamadas izquierdas, la derecha y ultraderecha, es decir: UNES, PACHAKUIK, PSC y CREO: aprobar la celebración oficial del “Día Nacional del Bizcocho”.
Si así son las ‘vanguardias’ institucionalizadas, no se sorprenda usted lector/a de si acaso no está asistiendo a la entrada al tobogán: es decir al probable triunfo del “SÍ” en la mañosa consulta de Lasso para privatizar y seguritizar lo que aún queda en pie. Ya sólo un “milagro de Diosito”, muy al estilo de la frase del privatizador ministro Santos Alvite, entonces, podría lograr el escenario contrario. No perdemos la esperanza, pero tampoco la objetividad.
Emir Sader concluye un análisis del ataque del bolsonarismo, con dos colosales errores: creer que la salida es solo institucional (judicial, fiscal y legislativa); y que ha sido «derrotado» [¡sic!] el Bolsonarismo.

El PP, Le Pen, Víctor Orbán, Vox, Milei, y la Fundación Ecuador Libre estarían muertos de risa, burlándose de este insigne oráculo de Delfos de los progres y las izquierdas institucionalizadas y sociales. Recuerdo ‘el Tancazo’ de junio del ‘73 en Santiago de Chile y la resolución de la izquierda institucional: “Ha sido sofocado el intento golpista. Nuestro ejército es leal, ejemplar e institucionalista”.
A fines del 2022 propuse a varios grupos organizados una jornada de eventos para conocer, desmenuzar, analizar, estudiar, aprender y deshuesar, las Olas, estrategias y puntos débiles de la extrema derecha en el Ecuador, Latinoamérica y el mundo. Ahí quedó, olvidada la propuesta. Entre 2010 y 2012 propuse tema parecido, pero con alcance continental y un abanico global de actores, al estilo «Encuentros Mundiales de Solidaridad con La Revolución Bonita» liderada por el desaparecido Hugo Chávez. Nadie, o pocos sabían entonces, los nexos entre Vox y los integrismos religiosos anti-derechos en el Ecuador. Pero como el tema lo centraron luego en “la defensa de la familia”, y el “no al aborto”, no se entendió que ya empezaba a larvar un movimiento hoy mundial y regional a la ofensiva, no «derrotado» don Emir.
Desde 2016 al 2018 sugerí nuevamente el tema en otro espacio colectivo de análisis; y un cuate muy cercano a «Democracia Sí» minimizó la iniciativa con esta perla: “Trump es marginal y la extrema derecha ecuatoriana igual. No pierdas el tiempo con eventos para analizar esa cantaleta del auge de la extrema derecha. Hay temas más importantes”. Tal partido terminó en la extrema-derecha, juntándose a un facho tropical que apoyan Lucio Gutiérrez y Gustavo Larrea. Nunca creí que habría miristas de antaño, en esta segunda década del siglo 21, en el Opus-Dei.
“El Huevo de la Serpiente” hace rato que se rompió en este continente, y la mayoría de pensadores y activistas no la “cachan” (intuyen) todavía.
Para despedirme: ¿conocen a la página ciencialibertad.org, o han oído hablar de ella, los progresistas e izquierdistas amigos? Les dejo de tarea hasta el próximo golpe; disculpen: hasta el próximo escrito. Les doy una pista: este segundo link del diario Página 12 de Argentina:
https://www.pagina12.com.ar/514473-brasil-hoy-el-macrabro-montaje-tecno-de-la-ultraderecha
