Por: Alexis Ponce
Es la 1 de la mañana. Fiestas y chupes, 'música' regettonera de última, risotadas destempladas de imbéciles de ambos géneros en toda esta cuadra, en las casas aledañas, en la calle 7-A y en el propio edificio. ¿Directivas? ¿Chapas? ¿911? ¿COE? No hay nada. Desde las 12 llamo a la UPC y al 911 y hasta a una amiga que laboraba allí. Ningún resultado. Y como reina el Aborregamiento más brutal: a nadie le importa. El un chapa contesta: "Si es el edificio, es la directiva o usted mismo quien debe intervenir". Están borrachos, contesto. ¿Y si uno de estos ignorantes terratenientes sin hacienda tiene un arma o intentan ofenderme, puedo disparar? (detesto las armas ni las tengo. Pero quería oír la reacción de los UPC, los representantes esquineros del Estado). De seguro ahí sí vienen, ¿cierto?". El Robin ladra estresadito. Hasta él tiene buen gusto musical y no soporta este inicio de feriado Covid-19, ansiado por el rebaño ignorante y por los criminales del gobierno. Tahís despierta por el relajo. "No pueden ingresar al edificio, es propiedad privada", dijeron semanas atrás otros brillantes justificadores de esta infame conducta nada empática con los demás. Y esta madrugada ya poco importa la alarma del edificio, el ascensor sube y baja, con gente de afuera. "Y qué te importaf. ¿No podrán venir a visitarf?" dijo otro, semanas atrás. Robin vuelve a ladrar en la salita. Lo metemos al cuarto para que no se intranquilice. No puedo hacer lo mismo con Tahís (niña con PCI parálisis cerebral de por vida) intranquila y llorosa otra vez. Nelly (paciente oncológica) agotada duerme o trata de dormir. Los chapas no vendrán. No harán nada, como en los casos anteriores cuando impusieron el semáforo amarillo patito; ni el COE ni el 911 ni la Alcaldía, porque no hay Estado. Para protegernos no lo hay. Si eres ministro vendrían este rato. Pero lo que más duele son las personas de los grupos más vulnerables justificando está planificada y criminal bestialidad llamada "feriado". Así empezó la
primera noche. Nos vemos en la siguiente ola, Zevallos, Romo, Yunda y Moreno. Y nos vemos, luego, en la Corte Penal Internacional.
En cuanto a los otros canallas, los de barrio: son peores o iguales al COE. Pero tienen el apoyo de la borrregada que solo ve su metro cuadrado de su apartamento o su casa. Esta es la clase media más ignorantona y arribista que padece la pandémica Latinoamérica. Francisco Dalmau y calle 7-A, en Ponciano Alto repito por novena vez a los chapas. Nadie vendrá. Debo intentar calmar a Tahís. Y Robin, angustiadito, sale otra vez a la sala.
posdata: Y siguen... / son las 7:45 am del 8.08.2020. (Nadie llegó nunca de la UPC policial ni del 911)
Alexis Ponce * defensor de DH
