(Mensaje de Vídeo de Xi Jinping, Presidente de la República Popular China en la VII Cumbre de la CELAC, 24 de enero de 2023)
Dr. Heinz Dieterich 25.1.2023
Coordinador, World Advanced Research Project, WARP y Casa de China
La humanidad entera se beneficia, cuando los líderes del mundo expresan los verdaderos intereses y políticas de sus países frente al destino de la humanidad. Sucede pocas veces, pero uno de estos momentos se produjo el 24 de enero, cuando el presidente Xi Jinping mandó un mensaje de Cooperación y Respeto a la VII Cumbre de la CELAC, reunida en Buenos Aires.
Un mensaje, que contrastó diametralmente con una beligerante advertencia neocolonial monroeista de la Pax Americana a la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, pronunciada preventivamente el día anterior (23 de enero) por la Generala en Jefe del Comando Sur de Estados Unidos –U.S. SOUTHCOM Commander Gen. Laura Richardson--. El contraste entre la postura diplomática de respeto y cooperación de China y la beligerante actitud de arrogancia imperialista de Washington, no pudo haber sido mayor.
El líder chino reafirmó con diáfana claridad los principios básicos de la política exterior y de desarrollo compartido de la República Popular China, constatando con evidente agrado que la CELAC constituye “una fuerza propulsora indispensable para la cooperación global Sur-Sur”, el multilateralismo, la defensa de la paz regional, el fomento del desarrollo compartido y la promoción de la integración regional. Por lo tanto, la construcción del Foro China-CELAC y su entrada en una nueva era de “igualdad, beneficio mutuo, innovación, apertura y bienestar para los pueblos”, era el camino correcto para garantizar el futuro de ambas entidades.
Advirtió y aleccionó, que ante el nuevo período de “turbulencias y transformaciones mundiales”, China está dispuesta a avanzar con América Latina y el Caribe en los valores comunes de la humanidad, tales como la paz, el desarrollo, la equidad, la justicia, la democracia y la libertad. Todo esto, dentro de la perspectiva global de avanzar el proyecto de la “Comunidad de Futuro Compartido de la Humanidad”.
LAURA RICHARDSON, JEFA DEL COMANDO SUR DE EEUU.
La advertencia bélica de Washington a los países de la VII Cumbre fue brutalmente directa y neocolonial- imperialista: No traten de rebelarse contra la Doctrina Monroe de 1823 (América para los Americanos) y su infraestructura de dominación (OEA, CIDH, BID, etc.), ni sueñen con establecer una Alianza Estratégica con Rusia, nuestro "adversario número dos" en la región, ni mucho menos con nuestro enemigo prioritario, China.
Tanto el momento escogido, como el poderoso personaje militar (Jefa del Comando Sur de Estados Unidos) y el lugar seleccionado, muestran una perfecta sincronización: el Atlantic Council, uno de los think tanks más importantes del imperialismo occidental.
Partiendo de la pregunta: "¿Por qué es importante esta región?”, la Jefa militar del subcontinente contestó con tres razones:
1. Por su “importancia absoluta para la seguridad nacional de Estados Unidos” - “This region absolutely matters to the national security of our country.”
2. Por su riqueza en recursos naturales y,
3. Por la competencia geopolítica mundial con China y Rusia y el avance de China en sus relaciones con los países latinoamericanos y caribeños.
En cuanto a la importancia de los recursos naturales para la “seguridad nacional” de Estados Unidos, Richardson comentó: Por “todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras; ahí está el triángulo de litio, que hoy en día es necesario para la tecnología. El 60 % del litio del mundo se encuentra en el triángulo de litio: Argentina, Bolivia, Chile".
Nada despreciable tampoco, las “reservas de petróleo más grandes, incluidas las de crudo ligero y dulce” recién descubiertas frente a Guyana. Y, por supuesto, el petróleo, cobre y oro, de Venezuela.
La selva amazónica es otra joya para la corona del imperio, porque es un "pulmón del mundo". Además, de central importancia es el hecho, de que América Latina cuenta con "el 31% del agua dulce del mundo".
En ese escenario geoestratégico, los Estados Unidos como “parte de las Américas, inseparablemente integrado al hemisferio occidental”, Washington “se encuentra en una competencia estratégica con China y Rusia”, que son malign state actors (sic).
Terminó la Generala diciendo que nos queda mucho por hacer y que “tenemos que empezar ya nuestro juego”.
En resumen: soberanía restringida para los países latinoamericanos, confrontación con Rusia y China, y apropiación monopólica de los recursos hemisféricos, son la esencia del proyecto imperialista para el subcontinente. De hecho, es la misma lógica imperialista visible en Ucrania y frente a Taiwan.
Obligados a escoger entre los dos proyectos globales, el de cooperación pacífica y desarrollo de China, y él de sometimiento neocolonial al imperialismo occidental, no debe ser difícil para los países y pueblos latinoamericanos y caribeños, saber, de qué lado se encuentra su futuro.
Por esa claridad de perspectiva mundial, vivimos hoy día un momento de beneficio histórico en la Patria Grande.
