Alexis Ponce
AL PAÍS:
1) Los derechos a la salud y la vida, están estrechamente enlazados al derecho al trabajo y a los demás derechos humanos de las personas y comunidades; pues todos los derechos humanos son indivisibles, interdependientes, inalienables, universales y de similar rango.
2) Afectar un derecho, implica poner en riesgo a todos los demás. Los derechos a la salud, alimentación, educación de los hijos, vivienda y al bienestar de decenas de miles de personas de los Grupos Vulnerables de Atención Prioritaria, se ponen en riesgo si se amenaza o viola su derecho al trabajo. Y de sus familias que dependen de aquel o aquella para vivir.
3) Las familias cuidadoras, pacientes vulnerables y hasta los niños y niñas correrían riesgos potenciales a la salud debido a que el Gobierno y el sector privado han apostado a imponer al país el PRESENCIALISMO LABORAL, que dejó de aplicarse en varios países precisamente por las consecuencias que ha traído desde el 2020.
4) Como en el primer año de pandemia, hoy el miedo recorre una parte de la población vulnerable con hijos con discapacidades y parientes con cánceres y otras enfermedades catastróficas, ante el riesgo real de contagio como ante la inestabilidad laboral e indefensión de los ya miles y millones de damnificados por desempleo. (7 de cada 10 ecuatorianos sin empleo, según el informe de evaluación socioeconómica de Ecuador con ONU, UE y Banco Mundial).
5) La amenaza de desaparición de la jubilación patronal, de indemnización por despido, del horario laboral y de un salario digno, ha sido alertada por organizaciones laborales nacionales que han cuestionado la llamada "Ley de Oportunidad Laboral" que el Gobierno intenta imponer.
6) En ese contexto, es no solo inconveniente sino muy riesgoso y potencialmente violador de derechos, que las personas que son pacientes inmunodeprimidos de enfermedades catastróficas, crónicas y degenerativas, sean conminadas a laborar presencialmente.
7) Pareciera respirarse un ambiente enrarecido de acuerdo bajo la mesa, tácito y sin firma, entre Gobierno y Patronal (empresarios y sector privado) para que todo empleado en relación de dependencia, incluso de los Grupos Vulnerables, como por ejemplo los adultos mayores, las personas de enfermedades catastróficas, discapacidades graves y familias cuidadoras, sean tratados de forma productivista so pena de despido o presión de renuncia.
8 ) Ampararse así, en la gaseosa justificación "es orden de arriba, del gobierno", o en resoluciones inhumanas del COE, en la propaganda masiva y ensordecedora del 9/100 y la presunta vacunación "a todos", para imponer el retorno laboral presencial a todo el país en este septiembre, sería no solo un riesgo a la salud del Ecuador, que lleva más de Treinta Mil Muertos y más de medio millón de contagios en pandemia, sino un potencial atentado a los derechos a la vida y la salud de estos pacientes, grupos vulnerables y sus familias.
9) Desaparecer el teletrabajo, apalancados en el apuro productivista y desconfinador, e imponer EL PRESENCIALISMO LABORAL y ESTUDIANTIL (cuando aún no llega ni al 35% el total de vacunados en Latinoamérica) como política gubernamental y privada es un riesgo que no ha dado resultados en naciones desarrolladas; peor en un país que poco respeta los derechos de salud laboral como el Ecuador. A riesgo de contagios y nuevas cepas, desconocer que las personas con enfermedades catastróficas tienen un endeble sistema autoinmune, significa jugar con la vida de miles de seres humanos y sus familias.
Y jugar con fuego.
Estamos alertas.
Asociación Nacional de derechos de pacientes en riesgo y familias vulnerables del Ecuador
Liga del Cáncer de Seno
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