Con un pedazo de pernil y una "canaima" pretendieron comprar la conciencia del pueblo de Güiria
Javier Antonio Vivas Santana
Hay veces que se quisiera hacer un paréntesis sobre la escritura política y social del país, y dedicarnos por breve tiempo, por ejemplo, al mensaje de la esperanza navideña, a pesar de las dificultades; pero cuando se ven acciones venidas de un “gobierno” que además se autodenomina “socialista y humanista” las cuales terminan siendo despreciables en su conjunto y rechazadas por el propio pueblo, al cual supuestamente se va a “beneficiar” es porque evidentemente, quienes controlan el poder en Venezuela, piensan que la dignidad y la conciencia de la gente está a su antojo para callar las protestas con cualquier mendrugo.
Las recientes pérdidas humanas ocurridas en Güiria – que ya se han repetido en anteriores oportunidades - no sólo por culpa de quienes ahora con vulgares prebendas intentan redimirse ante ese pueblo, sino de otro régimen que solo puede ser definido como asesino, como lo es el que está al frente de Trinidad y Tobago, quienes sin mínimo respeto por los derechos humanos de los emigrantes de nuestra patria, los devuelven al mar sin combustible, sin alimentos, y hasta sin valorar las condiciones de la embarcación y atmosféricas, so pena de ponerlos a escoger entre la cárcel y la humillante deportación, donde la mayoría de ellos ya está siendo víctima hasta del tráfico de personas y de mafias que desde hace varios años se ha instalado entre esa Güiria, San Juan de Las Galdonas y Macuro, y cuyas denuncias son múltiples por los propios habitantes de sus pueblos, es el signo inequívoco que en Venezuela, no hay autoridad que ponga fin a tan perversa situación, y peor, ni siquiera existe enérgica nota de protesta contra el gobierno trinitario. O sea, pareciera que solo existe complicidad mutua en este tipo de desgracia.
En efecto, la más reciente de las perversiones del aparato burocrático del régimen que férreamente se mantiene sobre el país, al parecer poco le importa la reciente tragedia con más de 30 venezolanos ahogados en altamar que huyendo de la espantosa crisis que afecta desde 2013 a toda una nación desde que el madurismo asumió la conducción de Miraflores, y que ha llenado de inmenso dolor al pueblo de Güiria – siendo incluso la más reciente víctima identificada del estado Nueva Esparta¹-, situación que se ha convertido en un luto nacional y hasta internacional, y cuando los propios pescadores de la zona, ante la inoperancia de las autoridades, todavía continúan en la búsqueda de los fallecidos, y las familias no se han terminado de enjuagarse las lágrimas, aparecen las “autoridades” de un día para otro, haciendo “operativos” de cedulación, entrega de “pernil” y hasta de “canaimitas” como si eso fuera a devolver la vida de quienes hasta se fueron del país arriesgando su existencia en un “día de elecciones”, y en el cual desgraciadamente, terminaron encontrando la muerte.
Por ello, repudio como venezolano y educador, que la burocracia madurista del ministerio de “educación” encabezada por Aristóbulo Istúriz, dizque “vicepresidente de desarrollo social”, y que probablemente nunca había ido por esos pueblos desde que es “ministro”, se aparezca por esa zona en donde jamás su dependencia había entregado una “canaima” a los niños de Güiria en tiempos de covid-19 y la habladera de paja de “educación a distancia”, para que ahora, después que mueren ahogados más de tres decenas de personas, entre ellos niños, como por arte de magia, aparecen tales “canaimitas”, al punto que los mismo pobladores de Güiria rechazaron la presencia de tal funcionario, y también pidieron la renuncia del alcalde del municipio Valdez por considerar inútil sus acciones en el rescate de las víctimas.
Honestamente, le digo a los maduristas: reflexionen, no sólo han perdido la sindéresis, sino que deben entender que la emigración, incluyendo hasta lanzarse al mar de la muerte entre Güiria y Trinidad no se va a detener con un “pernil ni una canaima” ¡No! Deben entender que mientras el hambre, aunque se viva en zona de pescadores, no se soluciona regalando un pescado, o un trozo de carne, y menos un “aparato”, cuando el comer balanceado, satisfacer necesidades básicas, tener servicios decentes de agua, luz, gas y transporte, así como una auténtica educación para sus hijos, y una salud para todos los familiares, y también las posibilidades de comprar ropa, zapatos, y las cosas más básicas que exige la sociedad actual, y hasta soñar con una vivienda – no un comodato político – se ´logra en un país con desarrollo económico y social, con salarios dignos y con respeto a la forma de pensar. Lo demás es bazofia política y más grave, demostrar que se burlan de un pueblo hasta en las condiciones más dolorosas.
Venezuela necesita urgentemente otro destino, con otros actores, y en donde nuestra ciudadanía sea quien marque los pasos de una realidad diferente, porque la actual simplemente ha destruido a la otrora nación más rica del continente.
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