Libertad Diario

3 de jul de 20203 min.

Javier Antonio Vivas Santana Preso político de la Dictadura burguesa de Maduro, cárcel Rodeo III

UN TESTIMONIO ANTE LA HISTORIA

¿ACTUARÁN LOS GOBIERNOS MEXICANO, URUGUAYO Y ARGENTINO?

A mi esposa y mis amigos.

Amada Olys y apreciados amigos.

Como bien lo saben desde el pasado 25 de marzo en horas de la noche y violando lo sagrado de mi residencia y sin orden judicial un grupo de la Direccion de Contrainteligencia Militar me detuvo ilegalmente (Dgcim).

A partir de allí comenzó un calvario que jamás imaginé vivir para mi familia y personas cercanas. En efecto, a las 48 horas fuí presentado ante un tribunal ordinario en la isla de Margarita en donde la fiscal no encontró elementos para imputarme, pero la juez "declinó" mi caso alegando que mi aprehensión ordenada por un tribunal nacional.

Ante tal realidad, mi esposa es testigo que el propio general y los oficiales del Dgcim en la isla de Margarita dijeron en su sede palabras más, palabras menos: "Profesor, nosotros sabemos que usted no es ningún delincuente y menos un criminal, pero su detención son órdenes de arriba"...

Entonces fui trasladado vía marítima a Caracas a la sede del Dgcim Caracas donde estuve detenido desde el 28 de marzo hasta el 12 de mayo en dicha sede donde las "autoridades" se robaron hasta mi ropa y zapatos. Allí pasé los primeros 25 días en una celda de castigo, durmiendo solo el piso y en interior con un frío terrible y en total oscuridad. Los tres días iniciales de ese martirio no me dieron comida ni agua.

Así, cuando salí de esa celda un 23 de abril algo mejoró la reclusión y pude comprobar que estaba solo con presos políticos entre ellos, ex presidente y ejecutivos de Pdvsa, militares, y hasta el tío del líder opositor Juan Guaidó. El 13 de mayo me trasladaron junto con otros 56 presos políticos al infierno carcelario del Rodeo III en Guatire donde todo es una violación a los derechos más esenciales del ser humano. Hoy, de 84 kilos apenas peso 60.

Agradezco al doctor Heinz Dieterich el intelectual más influyente en México y parte de América Latina y con mucha fuerza en Rusia y China por sus palabras sobre mí, y exigiendo mi liberación. Lo mismo agradezco a Gonzalo y Nicmer quienes desde Aporrea y Punto de Corte luchan a diario pidiendo mi libertad.

Al señor Enrique le doy las gracias para que las trasmita al señor Massimo. A ambos pido perdón por no haber informado nada, pero todo fue muy rápido sin tiempo de hacer nada. Lamento que este hecho involuntario y generado en mi contra haya perjudicado lo que se había construido. Ya mi esposa le escribirá desde su WhatsApp con detalle.

A Khalet todas las gracias y agradecimiento. Tu hermana Renda fue el enlace con el señor Enrique, y eso solo lo hacen los hermanos.

He vivido torturas y horrores.

Les escribo desde la clandestinidad del Rodeo III.

Ojala pronto logre la libertad.

Es auténtico,

Javier Vivas Santana

“El madurismo me asesina lentamente

siendo su preso político”

Javier Antonio Vivas Santana

Cuando el pasado 25 de marzo fui secuestrado en mi residencia de la isla de Margarita por fuerzas de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) el madurismo ha usado todo su poder para dejar sobre mí las cenizas de la muerte.

Así, cuando fui trasladado hasta la sede del Dgcim en Caracas el 28 de marzo fui encerrado en una celda de castigo de cuatro metros cuadrados en la cual durante 25 días que estuve en ese espacio; los tres primeros días no me dieron alimentos ni agua, teniendo que dormir todos esos días en el piso, y sin poder siquiera cepillarme ni bañarme.

Cuando salí de alli con dos convulsiones a cuestas fue que pude bañarme por vez primera en mi secuestro y logré comer de manera decente por la ayuda que me brindaron otros presos políticos.

Por supuesto, que esa acción jamás fue algo originado por buena voluntad del madurismo, sino como parte de su estrategia para verme morir en la cárcel.

Ante ello, mi traslado al penal del Rodeo III a partir del 13 de mayo es parte de la otra etapa de su plan en mi contra. Aquí en el 90 por ciento de los casos solo se come arroz o espaguettis blancos con caraotas y lentejas, mientras la población penal muere de hambre o tuberculosis, al punto que en los últimos meses van más de 50 fallecidos por esas causas. En lo personal he perdido casi 30 kilos de peso en tres meses de secuestro político.

En este penal las condiciones de insalubridad son dantescas. En ocasiones los presos deben evacuar en bolsas y ante la falta de agua esos desechos son enviados a las áreas externas.

Jamás he recibido anticonvulsivos y menos útiles de aseo personal; y obviamente nunca me llegará alimentación complementaria.

Debo aclarar que todo el personal del Grupo de Rescate y custodios y trabajadores me han tratado con respeto y valoración humana.

Lentamente el madurismo me asesina como su preso político. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.

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